El ancho de vía en España

El ancho de vía en España ha sido, desde los primeros ferrocarriles, el eterno debate en nuestro país. Con este artículo pretendemos explicar la importancia del tema y sus repercusiones en la sociedad actual. ¡Qué cada uno saque sus propias conclusiones!

Para empezar vamos a hacer un repaso histórico del ancho de vía en nuestro país, ¿por qué escogemos cada ancho? ¿qué anchos de vía existen en este momento? ¿qué soluciones hemos ido dando, con el paso del tiempo, a la conexión con Europa? ¿cómo han afectado las decisiones tomadas?

«El ancho de vía, o trocha, de una vía férrea es la distancia entre las caras internas de los rieles, medida 14 mm por debajo del plano de rodadura en alineación recta»

En la siguiente imagen vemos la situación actual del ancho de vía en todo el mundo, con los anchos de vía más utilizados. Independientemente de que cada país o zonas tienen varios, por lo que esta es una vista general.

Como vemos, destacamos por ser uno de los países europeos que no está conectado, mediante el ancho de vía estándar, con el resto. De hecho somos casi los únicos.

Actualmente en nuestro país, coexisten tres anchos de vía diferentes en la red de ferrocarriles.

  • Ibérico (1668 mm): se utiliza en la red básica española explotada por ADIF, algunas líneas particulares (como las de Arcelor en Asturias ramales a las centrales térmicas en Andorra o Meirama, acceso a Puertos y a numerosas derivaciones particulares.) También equipa la línea de Lleida a La Pobla de Segur, dela Generalitat de Catalunya. Este ancho es muy similar al existente en Portugal y en la línea 1 de Metro de Barcelona, por lo que en las fronteras con estas redes no se produce solución de continuidad del ancho.
  • Ancho Internacional (1435 mm): equipa las nuevas líneas de alta velocidad, una línea de Ferrocarrils dela Generalitatde Catalunya y metropolitanos y tranvías. En el Metro de Madrid el ancho de vía es muy similar (1.445 mm.).
  • Ancho métrico (1000 mm): es el característico de las líneas de vía estrecha en toda la red del Norte de España, línea de Cartagena a Los Nietos (gestionadas por FEVE), así como en el resto de las líneas de los FGC y los Ferrocarriles Vascos.

ANCHO IBÉRICO

La primera línea de ferrocarril en España se construye en el año 1843 y realiza el trayecto Barcelona – Mataró, con un ancho de vía de seis pies castellanos.

¿Por qué se coge como medida este ancho y no el de 1435mm, como se había hecho en otros países? Los motivos que se barajan, mayoritariamente, son dos: el miedo a una invasión militar francesa y por motivos técnicos.

Respecto al primero de los motivos, el miedo a la invasión, mucha gente dice que es una leyenda urbana. Desmienten este miedo argumentando que las primeras líneas de ferrocarril no nos conectaban con la frontera francesa y que esta conexión se realizó mucho más tarde. Pero, ¿de verdad esta sospecha es infundada?

Tan sólo treinta años antes los franceses habían invadido el país, dando lugar a la famosa Guerra de la Independencia; dos años antes habían ayudado, tanto militar como económicamente, al bando liberal en la primera guerra carlista y hacía pocos años que habían adoptado para sus vías el ancho internacional. ¿Puede ser que los españoles vieran el ferrocarril como una vía más de invasión? ¿Puede ser que aún existiera la posibilidad de que los franceses quisieran hacerse con España?

Subercase fue uno de los ingenieros que apoyó escoger este ancho de vía y las razones por las que se escogen como medida los seis pies castellanos parecen basarse en cuestiones técnicas, detallas en el siguiente informe emitido en 1844 por una Comisión de Ingenieros de Caminos de la época.

Debido a que la orografía de nuestro país era más complicada que la de los países que habían puesto en marcha las vías con ancho internacional, se decide que el nuestro sea algo mayor, lo que a su vez permite una velocidad mayor con las mismas máquinas.

Además, en aquel momento, parecía estar de moda que cada país tuviera su propio ancho. Destacaban Rusia y Holanda por tener anchos muy elevados e Inglaterra por tener anchos diferentes en su país, destacando el ancho de 1435mm (internacional). España pareció escoger una longitud media de todos ellos, para mejorar su rendimiento y que no fuera tan costoso (como ocurría con el ancho ruso); por eso se cogió de entre ellos un número redondo, en aquel entonces: 6 pies castellanos (1674 mm), que más adelante se ven reducidos a los 1668 mm actuales.

ANCHO MÉTRICO

Cuando se plantearon las primeras líneas de ferrocarril en el norte de España, zona de orografía complicada, el ancho ibérico se vio como una opción inviable, ya que por razones de seguridad y estabilidad del vehículo había que hacer una cantidad de desmontes, terraplenes y túneles que hacían el proyecto completamente imposible desde un punto de vista económico.

El ancho métrico solucionaba todos estos problemas, permitiendo radios de giro más pequeños y garantizando la seguridad de los pasajeros y mercancías transportados.

ANCHO INTERNACIONAL

Las vías con ancho internacional en nuestro país son, relativamente, novedosas; ya que son las correspondientes a la alta velocidad, que se ha construido con vistas a unirnos con Europa en un futuro muy cercano a través del famoso Corredor Mediterráneo.

SOLUCIONES A LA CONEXIÓN CON EUROPA

La solución más extendida, tanto a nivel penínsular como mundial, ha sido la implantación del TALGO (Tren Articulado Ligero Goicoechea y Oriol). Los trenes Talgo son trenes que incorporan un sistema de ruedas independientes guiadas, de forma que pueden variar el ancho del tren, bien de los vagones o también de la locomotora, dependiendo de la generación de trenes.

Para el funcionamiento de estos trenes es necesario que el cambio de vía se produzca en cambiadores, que es una infraestructura que facilita el cambio de ancho. El cambio de ancho de los trenes se resumen en lo siguiente:

«Al entrar al cambiador, el eje es levantado para que las ruedas queden sueltas y liberadas de su peso, quedando el coche apoyado sobre unos carriles laterales elevados. Unas piezas metálicas abren los cerrojos, que impiden su movimiento lateral; unas guías mueven las ruedas ya libres a su nueva posición, y se vuelven a cerrar de nuevo los cerrojos. Tras ello, el eje es descendido de nuevo a las vías de ancho diferente situadas al otro extremo. Todas estas operaciones se realizan de forma automática mediante accionadores mecánicos que encuentra el tren al avanzar linealmente por la instalación.»

Los últimos cambiadores se han construido por módulos, para adaptarlos a las diferentes tecnologías y los diferentes trenes; y portátiles, ya que con la implantación del nuevo ancho de vía en algunos corredores van a variar los lugares donde haya necesidad de utilizarlos.

Ahora, con el proyecto del Corredor Mediterráneo, se quieren construir algunos tramos con el tercer carril, que es muy caro y puede dar algunos problemas de uso, cuyas soluciones son más caras todavía.

Pero el Talgo no ha sido la única solución que se ha dado, cronologicamente las soluciones han sido las siguientes:

  • Hacer más sencillo y económico el trasbordo de mercancías y el cambio de vehículo.
  • Emplear vías de tres o cuatro carriles para que los trenes de cualquiera de los dos anchos pueda pasar de una red a otra.
  • Aplicar sistemas que permiten a los trenes, o algunos de sus vehículos, cambiar el ancho de vía (intercambio de ejes, intercambio de los bogies o variar la distancia entre ruedas de los trenes).
  • Utilizar el ancho de vía internacional para las líneas de alta velocidad (AVE).
  • Y el siguiente paso aún está en proyecto, que es El Corredor Mediterráneo, con el que se pretende unir España con el resto de Europa.

¿EN QUÉ NOS HA BENEFICIADO O PERJUDICADO NO HABER IMPLANTADO DESDE EL PRINCIPIO EL ANCHO ESTÁNDAR?

Lo primero en lo que pensamos cuando nos hacemos esta pregunta es que nos ha perjudicado a un nivel económico. Bien sabemos que el transporte de mercancías por ferrocarril en España es muy inferior a la media de la UE, siendo el principal transporte el realizado por carretera. En cuanto a tráfico de viajeros, a largas distancias no tiene mucho sentido porque la práctica nos demuestra que, tanto por razones de tiempo como económicas, preferimos el transporte aéreo.

Yo creo que no sólo nos ha afectado a un nivel económico, sino a nivel cultural. Quizá en estos momentos, con la llegada de internet, ya no hay prácticamente barreras en este aspecto. Pero antes de la transición democrática a penas gente podía pasar la frontera y compartir sus conocimientos, su cultura.

¿Habría cambiado en algo la forma de pensar de los españoles de aquella época? ¿sería la política en España diferente en este momento? ¿seríamos más competitivos en el mercado exterior? ¿cómo habría afectado todo esto? ¿o no habría cambiado nada?

Ahora estamos viviendo las desventajas de nuestra decisión, por lo que tenemos que «aprender del pasado, actuar en el presente y mirar hacia el futuro» siempre.

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